El gobierno de Macri atraviesa en el comienzo del segundo semestre uno de sus peores momentos económicos y también políticos. Recesión con inflación.  Suspensión judicial de los aumentos de tarifas del gas y la luz, hasta aquí debido a un desprolijo manejo en llevar a cabo un sinceramiento de aumento de las tarifas públicas,  que había que hacerse. Cualquier  ciudadano conoce a la perfección el desastre que se encuentra la situación energética del país, gracias al festival de subsidios del gobierno anterior. El déficit en gas, luz y combustible es alarmante de cara a la producción nacional. El ministro Aranguren y las empresas privadas hacen malabares para mantener el servicio público en funcionamiento y sin cortes. El lector informado lo sabe.

El gobierno de Macri es cascoteado por los medios y por una oposición política desmembrada, por citar el  ataque humorístico y extorsivo del popular Tinelli para que no se lo investigue en la AFIP y su sociedad con Cristobal Lopez,  el zafarrancho  de la ex presidenta Cristina en torno a sus múltiples causas judiciales. Sin olvidar, la  resistencia de Hebe de Bonafini a una citación judicial por su malversación de los fondos de la causa Sueños Compartidos, siempre con apoyo de los conspiscuos y corruptos ex funcionarios del kirchnerismo residual.

Agosto viene a ser un mes bisagra, los economistas más respetados hablan ya de un exitoso blanqueo impositivo, que se espera recudar unos 40.000 millones de dólares , lo que representa para Macri y su gabinete económico un alivio contundente para los próximos cuatro años. Hay que sumar también la liquidación por las exportaciones del campo. La  situación es difícil, pero las correcciones fiscales y el arranque de la obra pública, se tiene que hacer con fondos frescos  y créditos que hoy no hay. El reclamo parece que se generaliza, pero  las encuestas siguen favoreciendo al gobierno nacional la confianza se mantiene alta , lo cúal representa más responsabilidad para los funcionarios de turno. Los 12 años de fiesta populista en la persona de la hoy imputada y procesada Cristina, dejó al país prácticamente entre los países más pobres del mundo y con un estado desquiciado. Desbarajuste económico y social . No hace falta explicar, con las imágenes diarias de la corrupción de los funcionarios kirchneristas basta y sobra. 

La Argentina viene recibiendo en los últimos meses la visita de importantes empresarios  y altas personalidades de todo el mundo. El desfile es incesante a pesar de los medios no le den importancia. Nuestro país sigue siendo influyente en el Cono Sur a pesar de su desquicidad situación institucional , política y económica. Pero no puedo obviar, de mencionar aunque no le guste a la izquierda folclorica, la pésima y trágica situación de Venezuela. Los  Estados Unidos y Europa,   revisan sus errores geopolíticos para Sudamérica y ven con mucha preocupación lo que ocurre en Caracas. Es por eso, que a la importante visita del vicepresidente de EE.UU.  Joe Biden, aterrizó  por estos lados el famoso  principe el Emir de Qatar, Tamim Bin Hamad, es uno de los más influyentes empresarios del mundo occidental y con él más de 100  CEOs de empresas, para estudiar la posibilidad de invertir en nuestro país. Argentina estará muy acompañada los próximos años de eso no me quepa menor duda, después de años de ostracismo externo.