Opinión

TAFÍ VIEJO

La conquista de América no ha terminado
En una nueva Columna de Opinión de Fernando R. Matiussi, analiza la situación del conflicto en Jujuy

VIERNES 23 DE JUNIO DE 2023 · 12:15 HS

Fernando R. Matiussi

Jujuy es el epicentro de una nueva revuelta popular, una de las tantas que ha tenido nuestro país a lo largo de su historia. Reclamos que, para quienes ignoran la profundidad de la problemática, son injustos, violentos e inaceptables, y para quienes conocen la magnitud de la problemática, guardan un silencio espantoso y a la vez cómplice.

No es casualidad que una reforma constitucional aparezca justo en el norte del territorio argentino donde se asienta una de las mayores reservas litíferas del planeta, lo que ubica a nuestro país en el cuarto lugar entre los principales productores de litio a escala global. Conforma, junto a Chile y Bolivia el denominado Triángulo del Litio, en cuya geografía sobresalen el Salar de Hombre Muerto de nuestro país, el de Atacama, en Chile y el de Uyuni, en Bolivia.

Desde la Conquista de América a esta parte, saquean nuestros recursos naturales, nuestras riquezas subterráneas, nuestra minería, nuestro petróleo, nuestra agricultura, nuestros mares, pero a esas presiones externas, a ese colonialismo que nunca terminó, tenemos que visibilizar quiénes han sido los cómplices del saqueo, quiénes se quedaron con una parte de ese robo incalculable que se sigue dando en nuestra América Latina y puntualmente en Argentina. Cada vez producimos más pero cada vez debemos más.

Siempre aparecen recursos que nos convierten en nuevos ricos, opulencias fantásticas con que se van a mejorar nuestras condiciones de vida: la soja, Vaca Muerta, ahora el litio, y tantas otras mentiras que chocan en una única realidad, tenemos un 40% de pobres en nuestro país y una clase política, en su mayoría, millonaria

Algo huele mal en Jujuy, algo que no nos están diciendo al poner artículos en la reforma que hablan de la tierra, los recursos, las comunidades indígenas. Algo no cierra de esa reforma, hecha entre gallos y medianoche como dice la frase popular. No en vano las comunidades indígenas tomaron las calles, no en vano los docentes protestan por sus salarios de pobreza, no en vano ahora todos los que salieron a la elevar su voz, son criminales.

Jujuy no escapa a la corrupción sistematizada de las provincias, tampoco a la distribución inequitativa de la riqueza. El gobernador habla de un plan sistemático de desestabilización, pero en ningún momento blanquea cuánto recibirá la provincia por la explotación del litio, tampoco cómo son los contratos que se hicieron con las empresas extranjeras, mucho menos cuál será el costo en contaminación ambiental que supone tamaña explotación, no se habla de poner ninguna planta que fabrique baterías y autos eléctricos para dar trabajo genuino y exportar.

La protesta violenta siempre es inaceptable, nadie podría avalar que es un buen camino para solucionar los conflictos o para visibilizar los reclamos justos.

Pero nadie dice la violencia que ejercen los gobiernos a través de las instituciones del estado, con represiones policiales indiscriminadas, el maltrato sistemático hacia las comunidades indígenas con palabras despectivas como coyas de mierda, vagos. Nadie habla de la violencia que significa haber llevado a millones de niños y niñas a la pobreza estructural, incluso a la indigencia, tampoco de lo que gana un maestro por ejercer la única posibilidad que tiene un pueblo de salir de las diferentes crisis: la educación. Nadie nos habla de la inaceptable inequidad de los que más tienen en relación de los que menos tienen.

Lo de Jujuy no es casualidad, y nuevamente los políticos no están comprometidos con los intereses del pueblo, mucho menos de la patria. Nacionalizar los recursos como ha hecho hace unos meses Chile con el litio, sería una opción para enfrentar a estas potencias que vienen a saquear recursos como a lo largo de más de 500 años, pero los intereses particulares siempre están por encima, la corrupción siempre aflora para truncar los ideales de aquellos hombres que fundaron nuestro país.

Jujuy es parte de un plan demasiado visible que recorre América Latina, como fue la destitución del presidente del Perú en el mes de diciembre, la cárcel al ex presidente Lula o la demonización de Evo Morales. La derecha avanza siempre con las complicidades de una buena parte, de lo que dicen que los partidos populares defiende los intereses del pueblo. Por eso peronistas y Juntos por el Cambio se dieron la mano en Jujuy y festejaron un nuevo saqueo.