En mi experiencia dentro del rubro “venta” recuerdo haber formado parte de un equipo de ventas de imitaciones de perfumes donde mediante formaciones nos compartían métodos o formas de llegar al cliente, eran épocas de calles libres de virus, medidas preventivas y distanciamiento social.

A lo que los capacitadores invitaban era a:

1-         Saludar con una sonrisa y hacer contacto virtual.

2-         Preguntar si hacia uso de productos de nuestro rubro.

3-         Si la respuesta era si, la continuidad era consultar por sus “Aromas favoritos”

4-         Teniendo la respuesta y en un cálculo maradoniano elegías el producto que percibías era el ideal para el cliente.

Una maravilla lo aprendido pero lo que no te enseñaban era que para poder vender un producto lo tenias que ofrecer a 20 personas, era más probable venderle a alguien que este sentado en un bar u oficina que a alguien que iba caminando. Este lo podría llamar “el otro aprendizaje”, el que emerge únicamente a través de la experiencia de ser y hacer.

¿Y ahora que tenemos a los clientes al alcance de la mano? ¿Qué utilidad le estoy dando a mis redes sociales?

Para ello existen dos modos de usar estas herramientas para el propio beneficio o el propio devenir. Y para que puedas profundizar más en este tema te invito a que leas mi columna anterior (Redes Sociales y responsabilidad comunitaria) si llegaste hasta aquí.

Los modos de los que te hablo se llaman modo aliado, el tiempo que invierto en usar el teléfono lo hago para generar publicaciones, contenido, ofertas, vender, cobrar, invertir en capacitación, comunicar. Modo enemigo, el tiempo que invierto en usar el teléfono lo hago para publicar selfis, Stalkear amigxs, compartir contenido que incite al odio o fomente algún mensaje sin valor o para el ocio.

Estos dos modos son esenciales considerarlos en esta época que como describía al principio tiene otra forma, otras reglas, otras posibilidades a la aquella vivida hace 10 años atrás.

La invitación de esta columna es a que revises en vos en qué modo estás respecto al uso de tus redes sociales.

Hasta aquí te acompaño hoy. Gracias.

Si te sirvió esta columna, te invito a compartirla.

Si estas comprometido a emprender, te invito a que me escribas.

Martín Correa

Coach Ontológico Profesional