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TAFÍ VIEJO

La Peluquería de Don Roque, un clásico taficeño
Hace un tiempo en este 2020 falleció un histórico peluquero en Tafí Viejo. Hoy, en su día, su hijo cuenta cómo puso el local en la ciudad y el momento en el que Ingrid Grudke le entregó el premio Silkey por sus 40 años de profesión

MARTES 25 DE AGOSTO DE 2020 · 10:57 HS

Roque Juan Sosa se recibió de peluquero en la década del '60, conoció en ese momento a quien sería su esposa: Cristina Lucrecia Dilodovico. Primero puso un local en San Miguel de Tucumán y en el año '95 se trasladó a Tafí Viejo, a la calle Chacabuco. La peluquería fue siempre su pasión y supo transmitir los saberes a su hijo, conocido como "Roquilo" en la ciudad. Hace días su padre falleció, una vida dedicada a los clientes y vecinos taficeños. 

Roque hijo recuerda con claridad el día en el que lo reconocieron por su trayectoria: "Le dieron un premio por sus 40 años de peluquero. Me acuerdo que no había subido a recibirlo porque le daba vergüenza. Ingrid Grudke, que tenía que entregarle, lo llamaba: venga don Juan Sosa, así le demos el premio, felicidades, es un gran orgullo para mi". 

"Cuando puso la Peluqueria en Tafí Viejo me sumé yo. 'Vamos Roquilo, aprendé la profesión para que tengas una vida sana, llena de amigos, que la gente te reconozca por hacer bien las cosas' decía" recuerda con nostalgia. 


Sosa junto a su hijo y nieto

Luego prosiguió: "En ese entonces era un adolescente, él me comentaba que conoció con mi mamá Cristina Lucrecia Dilodovico en un desfile de peluquería. En aquel entonces, tenia 18 años, se estaba recibiendo. Me comentaba que lo mejor que le podía haber pasado en su vida fue haber trabajado en peluquería. Antes de eso, ayudaba ayudaba a sus hermanos con sus tierras, acompañándolos en la crianza a su madre y hermanos. Cuando se desocupaba aprovechaba para aprender esta hermosa profesión. Se recibió en el año '60 o '64, y me contaba que le encantaba y que siempre había querido tener su propia peluquería, ser independiente".

Su padre siempre le aconsejaba: "Buscate una profesión para tu futuro. Allí acepté, iba a la escuela y después pasaba a la peluquería, todo lo hice por él. Luego me empezó a gustar, y él estaba feliz de que trabajara allí. En el año '93 tuvo una grave enfermedad , me sentí mal porque no sabia ni agarrar una tijera bien. Luego de eso se compuso, estuvo viviendo con mi abuelo mucho tiempo". 


Junto a su familia

Puso su peluquería en Tafí Viejo en el año '95 en la calle Chacabuco al 30, "que es donde está el local hoy en día, lo seguí yo. Cerré mi peluquería para ir a acompañarlo a él porque no se sentía muy bien. Fue lo mejor que me paso en la vida trabajar a su lado desde el año 1995 hasta el 2020, hace unos días que falleció. Cuando comenzó la Pandemia de Covid-19 le recomendaba a la gente que se cuide. Ya venía enfermo pero nunca dio el brazo a torcer, la luchó hasta el último. En el 2015 estuvo 5 meses internado, pudo recuperarse, lo operaron de los ojos y siguió trabajando hasta el final". 

"Su vida fue su peluquería. Agradecido de su enseñanza. Además, aprendí mucho de un gran amigo y hermano que es Jesús Gabriel Estilista, de San Miguel de Tucumán. Trabajé muchos años con él, porque yo me fui mucho hacia el aprendizaje de cortes femeninos, un estilo diferente, después también estuve ensañando. Mi papá me veía en desfiles, peinando para Carolina Pérez y su grupo de profesionales modelos, me enseñaba, me decía cómo hacer las cosas, se sentía feliz" cuenta con orgullo. 


Roque de joven

"Su vida profesional como peluquero fue lo más hermoso que le pasó. Tenia una calidad para cortar con peine y tijera, esos son los verdaderos peluqueros, sin desmerecer a nadie. Siempre conversábamos: se hacen así las cosas, se definen así. Y discutíamos a veces porque yo le explicaba sobre nuevos estilos, más naturales, sencillos. Me contestaba: el caballero tiene que tener un buen corte de hombre, tiene que definir su personalidad, hasta sus zapatos lo definen. Discutíamos mucho el tema de la definición de las caras" concluyó.