Opinión

CÓMO VOLVERTE PRODUCTIVO, INCLUSO CUANDO ESTÁS ENCERRADO
Columna especial de Lucas Fernández Castro Socolich

SáBADO 25 DE ABRIL DE 2020 · 09:55 HS

Lucas Fernández Castro Socolich

Si en el transcurso de este aislamiento social llegaste a mirarte en el espejo del baño, quizá todo desarreglado o desarreglada, y te dijiste a ti mismo: "¡¿Hasta cuándo?!" y suspiraste con tu más triste aliento, dejame decirte que te entiendo y no estás solo o sola.

Muchos estamos pasando por lo mismo, solo que no nos lo decimos. Rutinas que se repiten: de la cama al sofá, del sofá a la cama, te levantas y vives porque "no queda de otra" y porque "es lo que toca" y dejamos que nuestras vidas pasen en piloto automático, cada día, muchas veces queriendo despertar cuando todo esto haya acabado.

Sabes, te entiendo más que nadie. Diarios, revistas, televisión, que el noticiero de no se qué, que la salud, que lo que vendrá en la economía y demás. Todo esto nos llega a atormentar de manera inconsciente y, como si fuera poco, los tendemos a autoexigir aprender, muchas veces excesivamente y no llegamos a ningún norte.

Y es que... ¿Hay un norte en estos tiempos? Claro que sí y está totalmente bien. Sin embargo el problema radica en qué tan rápido queremos llegar a ese norte. Nos obsesionamos con hacer de todo en un día porque "ahora tenemos tiempo". Cuidado porque este pensamiento puede llegar a consumirte y a no hacer nada eficazmente.

Ahora, ¿cuál es la solución? En mi opinión, una salida a estos nudos mentales es relajarnos. Tomate un día o dos a la semana para hacer TODO lo que es placentero para ti. Ir con todo y decir "no puedo perder tiempo ahora que lo tengo" no nos llevará a ningún lado. Sin prisa pero sin pausa. Haz lo que debas hacer en cuanto al Home Office o el estudio a través de plataformas virtuales y, sobre todo, duerme de noche. ¿De qué te sirve pasarte la noche despierto sin hacer algo productivo si al día siguiente vas a seguir teniendo ganas de "nada" y vas a seguir cansado? Descubre cosas nuevas, arregla o inventa cosas, deja volar tu imaginación y adquiere buenos hábitos nocturnos.

Si te hablo así es porque me hubiera gustado que lo hagan conmigo, sé buen familiar o amigo y comparte este mensaje si te ha gustado. Quién sabe cuántas almas estarás aliviando.