Cientos de candidatos para todos los cargos y por todas partes, más desconocidos que conocidos, una ley de acoples que buscaba garantizar al oficialismo una victoria, con la disponibilidad de fondos seducían a cualquier osado en ser candidato con o sin vocación política, había que ganar! Corrían desesperados buscando alianzas…  había que sumar votos, vimos candidatos verdes que fueron naranjas y naranjas que fueron verdes y azules fueron naranjas. Idas y venidas buscando acomodo en el mejor postor, los fondos eran más valiosos que las ideas y proyectos recuerda? Es que valía todo, votos comprados, bolsones, fiscales que traicionarían sus propios candidatos, votos truchos, domicilios dudosos, y la necesidad de un sector de la sociedad que no comprendió  el valor del sufragio fueron acarreados en cientos de autos ilegalmente, impunemente contratados para una tarea vergonzosa, bajo la excusa de colaborar con el votante, aquel pobre que hoy es más pobre.

Todo valía, se tiraban con artillería pesada; se acuerda? Acusaciones, volantes en la calle desnudando supuestas violencias de género, pintadas, promesas exorbitantes  (de las que hablaremos en otros artículos).etc.

Se evitaron internas partidarias, no había que debilitarse. El oficialismo presentaba su lista con Alejandro Martínez, mientras Javier Noguera lo hacía desde Acción Regional para sumar fuerzas, lo mismo ocurría con Miky Bolea y Fabián Lazarte, competían por la intendencia, pero recolectaban para el oficialismo, el objetivo era claro: llevar a Manzur a la casa de gobierno, no obstante entre ellos había una disputa caliente por esos días

Alianzas inexplicables también se encontraban; Amaya –Cano- Alfaro, difícil de comprender desde el punto de vista ideológico, aunque el objetivo era bajar al oficialismo, pero también había que imaginar a quien apoyarían a la presidencia y esto jugo mucho en la decisión de la gente, Béjar apoyaba a Cristina Fernández, pero no compartía la línea de Cano, claro opositor radical en la provincia, pero había que salir a la cancha. En un rincón y sin ánimos de grandezas estaba Ariel Esen candidato de un partido que lo dejo a la deriva en la recta final, pero no abandono la lucha y salió ese domingo como cordero entre lobos, sus ideas enmudecieron con el ruido de tantos candidatos jamás visto.

Tensiones, fraude, robo de boletas, traiciones, acusaciones, eran un coctel para la explosión que finalmente ocurrió aquel domingo. Ya todos conocemos el desenlace un vergonzoso acto electoral del que hablo el mundo y tuvo serias consecuencias en el corto plazo.

Es que a las ya interminables denuncias de fraude por parte de la oposición, se sumó este episodio que genero indignación en la sociedad y hasta quizás haya sido el golpe de gracia para perder luego en las presidenciales en manos de un empresario llamado Mauricio Macri, que supo hacer leña del árbol caído y ganar unas elecciones en base a promesas hasta aquí incumplidas en su columna vertebral.- Pero eso es otra historia