Fernando Montenegro, dueño de una bicicletería con el sello del Diego en la Calle Velez y Roca, es fanático de Maradona "desde que Dios me dio la vida" afirma. "Mi hijo se llama diego en honor al 10" agrega. 

Luego explica cómo conoce la historia del Diego: "Nací en un mundial en Junio del '82, en el '86 ya tenía 4 años, y si bien no lo recuerdo, crecí pateando una pelota queriendo ser como él. Del Mundial de Italia si me acuerdo y cuando le 'cortaron las piernas'. Desde siempre me pareció un ídolo tanto futbolístico como también en su lucha social y poniéndose del lado del más débil, enfrentando al poder sin pelos en la lengua".

Es por lo mismo que, inspirado por lo que representa el Diego, pintó en la entrada de su local el rostro del futbolista: "Empezamos con la bicicletería en el año 2005, y el dibujo lo hicimos con mi amigo Álvaro 'Tabú' Montenegro ya hace varios años, sólo porque somos maradoneanos desde siempre, tenemos pensado arreglar bien y armar uno a todo color". 

"La pelota no se mancha" concluye.