Taficeños

TAFÍ VIEJO

“Vine a deconstruirme por completo”
Desde Akaroa, en la Isla Sur, Ramón Salinas nos cuenta sus experiencias en aquel país y como es su nueva vida desde lo espiritual. Hizo absolutamente de todo y asegura no tener pendientes.

LUNES 25 DE ENERO DE 2021 · 16:18 HS

Franco La Pena

Se tiró a la pileta sin muchas expectativas y la suerte le hizo un guiño. Quizás queriendo, quizás sin querer, el destino le tenía preparada una sorpresa enorme a Ramón Salinas.

Y es que este taficeño de 35 años, Ingeniero en Sistemas (recibido en la Universidad Tecnológica de Tucumán), lleva casi 2 años viviendo en distintas partes de Nueva Zelanda (Isla Norte e Isla Sur) gracias a una Visa que tramitó casi sin esperanzas. “Abren un cupo anual para 1000 personas. Imaginate que todo el mundo quiere entrar, entonces las probabilidades se reducen muchísimo. Es casi como ganarse la Lotería”, se sincera a la distancia. “No me evaluaron ninguna aptitud, me jugó a favor el factor suerte. Sólo Dios sabe”, agrega casi de inmediato buscando explicar las razones de su presencia en el otro lado del mundo.

¿Cuándo te fuiste de Tafí? ¿Cuáles fueron los motivos?

Me fui en 2008 a BsAs por razones profesionales. Comencé a trabajar porque me interesaba en lo profesional y no tanto lo económico. Lo que pasa es que allí el mercado es mucho más grande y uno puede elegir teniendo muchas más posibilidades, no como en Tucumán donde la cosa no estaba tan desarrollada. La idea era conocer otra cultura, hacer carrera, conocer personas y desarrollarme. BsAs es muy cosmopolita y me surgió la curiosidad de aprender. Ese fue el inicio de todo.

¿Por qué a Nueva Zelanda? ¿Cómo es la vida ahí?

Vine sin buscarlo. En su momento había probado con algunas Visas, pero es difícil sacarlas porque los cupos son limitados, 1000 al año y todos quieren entrar. Lo hice sin muchas esperanzas y salió. Me dije en ese momento: “¿qué tengo que perder?”

La Visa me permite hacer lo que quiera dentro de lo legal. Puedo trabajar, estudiar y no tengo restricciones, soy igual a cualquier ciudadano. Puedo ser Ingeniero y/o abrir un negocio (con los permisos correspondientes). No vine pensando en trabajar de mi profesión, sino para tener otra visión de mí y probar trabajando en cosas que nunca hice.

En cuanto a la vida aquí, es muy tranquila. Es un país de 4 millones de habitantes aproximadamente y la gente no anda corriendo. El balance, entre la vida personal y laburo, es muy equilibrado. No hay inseguridad como en Argentina y la economía es estable. En ese aspecto es un buen país para vivir.

Y culturalmente es muy diferente. Los “kiwis” (neozelandeses descendientes de extranjeros) son muy parecidos al Reino Unido en su relación con las personas. Son fríos. Nosotros somos más calientes a la hora de vincularnos, más rápido.

Aquí son conservadores, pero tienen curiosidad por conocer otras culturas ya que el país está influenciado por gente de todo el mundo. Algo parecido a lo que sucede en BsAs.

En cualquier lugar tenés un local de comida árabe, de Tailandia, de comida india o negocios latinoamericanos donde podés comprar yerba. Hay “kiwis” a quienes les compro yerba y tienen una variedad que nunca vi en Argentina. El abanico es muy grande porque el país está muy abierto al mundo y eso se ve culturalmente, es muy variado.

Hay muchos que, por el COVID, volvieron a su país. Muchas Visas que vencen y tienen que volverse.

¿Cómo hiciste con el "jet lag"? (descompensación horaria)

Me mató. Dormí todo el día durante un par de semanas. Soy muy ordenado en mis horas de sueño y también con las comidas. De pronto llegué a un país con 14hs de diferencia… pero uno se acostumbra.

¿Cuándo y cómo uno decide salir del país?

Cuando… en el momento perfecto. Podés estar años planificando la estrategia ideal para irte y no ser el momento. Cuando las condiciones se dan y uno está preparado, pasa. Hay que estar lo suficientemente maduro. Podés esforzarte y no es el momento. Cuando todas las condiciones están dadas, cuando está la energía. Quizás no tengas el dinero, pero si todo está alineado, te vas.

Como… es muy personal, depende de cada uno y lo que lo moviliza para hacer que suceda. Tiene que ver con las circunstancias del entorno para favorecerlo. Depende lo económico y lo político, por ejemplo.

¿En qué países estuviste? ¿Por qué decidiste quedarte en NZ?

Virtualmente trabajé con Alemania, Singapur, Reino Unido y el continente asiático. Y físicamente, excepto Venezuela, por todos los países sudamericanos. Ya sea laburo o turismo.

Tuve la suerte de viajar a México también, el norte de Tailandia y sus templos. Estuve en India 3 meses haciendo un profesorado de Yoga, en un Instituto cuya modalidad es super intensa con 14hs de práctica al día y no sólo la parte física, vimos lo espiritual, respiración y meditación. Lo hice a fondo. Ahora me acompaña y lo aplico en cualquier aspecto porque me resulta increíble, más allá de mi profesión.


Con la Gurú en su graduación como Profesor de Yoga en la India

Volví a NZ porque te permiten salir y entrar cuando quieras, salvo ahora por el COVID. Si salgo, no entro más.

Vine con la idea de quedarme y volver a Argentina. Pero llegó la Pandemia y tuve la suerte de quedar “atrapado”. Aquí no pasa nada, estratégicamente está muy bien parado respecto al virus. Tengo la libertad de reunirme con gente y no usar máscara. Lógico que hay un impacto económico como en todos lados, pero tiene otro respaldo.

Son muy conscientes porque respetaron normas y protocolos. Aquí la cuarentena la cumplieron a rajatabla. Nosotros hacemos lo que se nos canta, violamos la cuarentena, engañamos las reglas. Eso juega a favor porque la gente es muy educada, respetuosa y comprometida con el otro, hay otra realidad. Aquí uno puede dejar de trabajar y tiene respaldo.

¿Es fácil arrancar de 0 en un lugar distinto y lejos de los afectos? Con el miedo lógico de lo desconocido.

Siempre es difícil alejarse de los afectos y tu cultura. Me pasó eso mismo al irme a BsAs. Fue sin escala y el shock cultural muy fuerte. Viví mucho tiempo y lo sufrí.

Pero siento que, al haberlo hecho ya, el salir a para NZ y estar lejos de la familia fue un tanto más llevadero. Conozco argentinos y otros extranjeros que tienen un gran problema con esto, extrañan y se vuelven. Algunos tienen la misma Visa que yo y no aguantan, se vuelven a los 2 meses. Una locura.

Aquí se acuestan a las 19hs o 20hs, ya hicieron todo. Nosotros estamos merendando y ni en pedo nos acostamos a esa hora jaja. Esos detalles suman y tiene que ver con la cultura y la forma de sociabilizar porque la gente es rara, muy sajona. Pero con influencias de países de todo el mundo.

Tenemos la “Latin Party”, para los latinos. Aquí los “kiwis” salen a tomar algo y escuchar música, pero muy tranquilos. Les parece una locura ver alguien “perreando” jaja… son re conservadores. Pero los “maoríes” son más parecidos a nosotros, un tanto más cálidos.


En Abel Tasman National Park

¿Qué haces en NZ? ¿Qué diferencias y similitudes hay con Tafí Viejo?

Lo que vine a hacer es lo que nunca hice en mi vida, deconstruirme por completo y empezar de nuevo. Estoy rompiendo mis estructuras y ya hice de todo.

Trabajé en un vivero y también como jardinero. Hice carpintería, Voluntariado, enseñé Yoga y también estuve en el campo con diversas plantaciones. Ahora trabajo en un hotel manejando la web, cosa que me sirve para “amigarme” con mi profesión porque estuve sin computadora por 2 años y viviendo en granjas orgánicas con un proyecto de vida totalmente diferente, la “permacultura” que significa permanente/agricultura y está basada en la homogeneidad del hombre con la naturaleza y como se integra armónicamente con el medio ambiente, con su entorno, de forma positiva, a través de la agricultura. Tiene que ver con cultivar alimentos de forma orgánica, de una manera que no se explote el suelo y la armonía con los animales. Tiende a ser vegano, aunque no en todos los casos.

La “permacultura” es mucho más que esto, no tan sólo el conseguir alimentos. Es algo así como un manifiesto político de la filosofía con la que uno vive. Es un proyecto autosustentable, por lo tanto, garantizan tu autonomía y generan de alguna manera que el valor del dinero cumpla otra función. Porque si sos capaz de proveerte todo por vos mismo, lo monetario cumple otro rol. En algunos casos el proyecto se da en comunidades y las familias hacen de todo y contribuyen de diversas formas.

Teniendo la posibilidad de laburar en lo mío, elegí no hacerlo porque es algo que siempre me va a acompañar. No creo que se me venzan los estudios y las experiencias que hice a lo largo de mi vida. Ya que me voy del país, la hago bien, completa y distinta, por eso me aboqué a lo espiritual, el yoga, el budismo. Al autoconocimiento, la espiritualidad y el conectarse con el universo y uno mismo. Me gusta este camino.


La primera clase de Yoga que dio en Nueva Zelanda

Tuve trabajos de 8hs y de 12hs, pero ahora hago 2hs y me proveo de alojamiento y comida que es todo lo que necesito para vivir bien y tranquilo frente al mar. Actualmente estoy en Akaroa, un lugar increíble, parecido a Mónaco. Con barcos y edificios.

Similitudes, es una región montañosa con lugares y paisajes tremendos. Lleno de naturaleza. Me recuerdan mucho a Tafí por los cerros, el camino a la Nina y el Taficillo. Acá es muy común ese tipo de caminatas porque está lleno de parques nacionales y tenemos muchas regiones vírgenes que se aprovechan para conocer.

Y la diferencia tiene que ver con el estilo de vida. En Tafí hay espíritu de pueblo. Aquí duermen a otra hora, se relacionan distinto. Creo pasa por lo cultural, al menos donde estoy viviendo ahora.

¿Qué se extraña?

La gente, mis amigos y la familia. La relación con todos ellos que es lo más importante. Decir “me voy a pasar la tarde a la casa de un amigo y mateamos”, con todo lo que eso significa para nosotros.

Acá hay comunidad latina y vivo con amigos argentinos, cosa que me permite no sentirme tan lejos. Volví a tomar mate y compartimos juntos, cocinamos y me acuesto tarde.

¿Cada cuánto volvés?

Siempre que puedo vuelvo porque en Tafí Viejo está mi raíz y mi corazón. Está la gente, los cerros, el folklore, los artistas.

Culturalmente Tafí es increíble, lo vi desde afuera y no es lo mismo verlo desde adentro. Es muy fuerte y lo llevo en el corazón. Mis viejos viven ahí. Los amigos de la infancia, la escuela, todo está ahí. Me gusta volver y contactarme con ellos.

La idea era volver en 2020, pero hoy es difícil por lo sanitario ya que el país está cerrado, te diré de forma hermética. Aquí no hay casos y muchos neozelandeses no pueden volver, son re estrictos y tiene al virus bajo control. Es una burbuja y no permiten el ingreso de gente porque el Gobierno se esfuerza mucho para mantenerlo así.

Ni idea cuando será el regreso. Lo único cierto es que, si salgo no entro más. Por ahora no es buena idea irme de una zona tan segura, sanitariamente hablando. Y económicamente también. Acá laburo de lo que sea y teniendo un sueldo bajo, voy a vivir muy bien. Con lo mínimo vivís de forma decente. No es como Argentina donde vivís en crisis política y económica todo el tiempo. Tal vez no sea el mejor momento para pensar en eso. Pero hay que ver como se da todo y evoluciona.

Me tranquiliza saber que mi familia está sana y bien. Pero claro que soy consciente de la peligrosidad del virus que está afuera afectando todo y de muchas formas.

¿Cuándo? 

No puedo responder ahora, espero sea cuanto antes porque quiero estar con mi gente. Con esto del autoconocimiento aprendí a estar equilibrado en cualquier lugar independientemente de la geografía, a estar alineado.


Con un Elefante en Tailandia

¿Qué cosas de Tafí Viejo le contaste a los neozelandeses? ¿Conocen algo de aquí? ¿Ya dijiste araca?

Ya tiré muchos aracas viviendo con unos cordobeses. Lo terminaron diciendo y fue chistoso. A un neozelandés no recuerdo, creo sería polémico explicarlo y todo un desafío jaja.

Les hablo de la gente, que Tafí Viejo es una cuna increíble de artistas y ahora que estoy fuera tomo dimensión de ello. No tenemos nada que envidiar. El folklore, el espíritu de la gente de exteriorizar lo que sienten y mostrarlo con la música y la pintura. En ese sentido, Tafí está muy arriba.

Además, de un tiempo a esta parte, veo cosas que van en buena dirección. Por ejemplo, el arte de Atilio me parece increíble por el color que tiene y le da la ciudad. La Hostería o la ciclovía. Son pequeños granitos de arena que van mejorando todo y eso me pone contento. Va evolucionando, a su forma, pero va.

Será la nostalgia de ver a Tafí crecer, me gusta verlo mejor. No es el Tafí de cuando era niño, veo inclusión. Seguro hay cosas malas, pero siempre me quedo con lo positivo. No me importa si me tildan de K o Macrista, pasa por otro lado y me llena de felicidad el presente de la ciudad.

¿Qué cosas te sorprendieron?

Es la primera vez que vengo a un país denominado “primer mundo” y me sorprendí al ver como una sociedad puede estar evolucionada, no tan sólo desde lo económico. Aquí ves autos increíbles en las calles, la calidad de vida de la gente. Es fácil acceder a cosas que en Argentina no todos pueden. Aquí, con el sueldo mínimo, en 2 meses te compras un buen auto usado. Y en Argentina vas a tener que laburar mucho tiempo.

El nivel de conciencia y el cuidado en su relación con la naturaleza. No se tira basura en la calle y separan los residuos, pero todo a un nivel de excelencia. Sin dudas me shockeó.

Respecto al tema de la naturaleza, hace poco estuve plantando árboles en un proyecto de reforestación para combatir el calentamiento global. Si no me equivoco, para el 2028, aquí quieren tener un billón de árboles. ¡¡Una locura!!

Me sorprendió muchísimo la relación con el otro y el valor de la palabra. Aquí existe una figura contractual que es la PALABRA. Un grupo de personas se reúne y acuerdan de palabra, hacen así el contrato. Hay un sistema judicial que permite eso funcione y es muy raro que alguien no cumpla. Esto le permite al país avanzar a paso firme hacia un mismo lugar.

Nosotros decimos “A” y si puedo, te cago. Hacemos trampa. Esa viveza criolla tal vez sea una de las causas de las crisis que vive el país. Son razonables en su forma de pensar, a pesar de las dualidades. Tienen la cabeza abierta para escuchar opiniones diferentes, pero no son fanáticos como nosotros.

La cultura del deporte pasa por el rugby y todos se juntan a ver los All Blacks, como nosotros con la Selección de Fútbol. Me sorprendió también lo popular del criquet.

¿Es costosa la vida allí?

Costo significa que cuesta, yo trabajo. ¿Cuánto me cuesta trabajar para conseguir algo? Desde ese punto de vista NO es costosa porque, teniendo el salario mínimo (trabajo no calificado), te permite acceder a un buen auto usado en 2 meses, como te contaba. Los alimentos, en relación al esfuerzo, son caros.

Pero si venís de Argentina con pesos, 15 días de vacaciones, te cuesta mucho dinero. Por la convertibilidad, es un país caro. En cambio, aquí vos podés irte de vacaciones a Tailandia laburando 1 mes y ganando el mínimo. ¿Cuánto tenés que trabajar en Argentina, con el mínimo, para irte de vacaciones?

¿Cómo pasaste el tiempo de Pandemia?

Vine de Tailandia en Febrero por segunda vez a NZ. Antes de salir conocí a Joshua (Venezuela), un amigo mayor (50 años) que fundó una comunidad donde viven personas de diversas ramas espirituales, por ejemplo el budismo, cábala (rama mística del judaísmo), taoísmo, yoga… tiene cerca de 15 personas fijas viviendo ahí. Yo volvía de Tailandia con mi novia pensando en quedarnos 2 semanas y terminaron siendo 4 meses. Se llama “Embajada de la Paz”. Allí te alojan y proporcionan comida, haciendo una maravillosa experiencia porque sólo te piden que te comprometas al desarrollo espiritual pintando mandalas, haciendo yoga, meditando… lo que vos quieras. Ellos te ofrecen un servicio a cambio de un trabajo interno y espiritual.


Ramón Salinas junto a su novia

Realmente aprendimos un montón y la gente está dispuesta a compartir conocimientos y orientarte hacia donde quieras ir. Esa es su misión, la de expandir luz y conciencia en el Universo. Es lo que ellos pueden hacer para que todo esto pase y aquí hay muchas personas así. Gente tratando de dar el siguiente paso, pero no para tener más desde lo económico. Pasa por la evolución personal, lo interno.

En Nueva Zelanda no fue tan estricto, porque el virus siempre estuvo bajo control. Sólo hubo 25 muertos en todo este tiempo y fue todo muy transparente. En ese tiempo andaba “en medio del monte” (así lo diría en Tafí Viejo jaja), un espacio de casi 700 hectáreas.

Es gente sin mucho contacto con el mundo exterior. Pero si tienen, por ejemplo, producción propia de alimentos, además de las energías solar, renovables y también la hidroeléctrica. Son un tanto “blindados”, si cabe el término. Van al súper si necesitan algo, pero muy rara vez.

Me hablaste de cuán importante es para vos el autoconocimiento. ¿Cuándo y cómo uno aprende a conectarse consigo mismo? ¿Qué factores inciden? ¿Todos podemos hacerlo?

Cuando… es muy subjetivo. Depende de cada uno y sus experiencias, es muy particular. No hay un momento específico. Es el momento perfecto, del despertar de uno mismo, cuando se está preparado. Porque puede tocarte a los 35, 50 o nunca y me parece esperanzador ver que se desarrolla la conciencia, haciendo que aparezcan otras exploraciones internas que permiten se desenrolle un hilo que no termina jamás, porque nunca vamos a llegar al conocimiento absoluto y supremo del ser.

Como… con introspección, afrontando nuestros miedos y eso que tenemos dentro y no miramos, la tierra bajo la alfombra. Lucimos por fuera como que todo está bien, pero está bueno sacar un poco la mierda porque es saludable y necesitamos de alguien que nos tienda la mano y nos ayude.

Los factores que inciden son muchos, desde lo cultural a lo ambiental, pasando también por la familia, tus amigos y las experiencias vividas. Y claro que todos pueden hacerlo. Creo que vinimos al mundo con este objetivo.

¿Es NZ donde pensás radicarte en forma definitiva?

Cuando vine, no lo hice con la intención de quedarme. Un año o extender un poquito más. Siempre lo vi como algo transitorio y que hoy me resulta maravilloso. Pero me pasó que la Pandemia me atrapó y Sudamérica hoy arde por diversas crisis, además de la lógica situación sanitaria.

Nueva Zelanda le está dando al visitante muchas facilidades para que sigamos aquí trabajando. El país, que está basado en el trabajo inmigrante principalmente en el campo, necesita gente que movilice la economía. Los extranjeros lo consideramos un país ideal para vivir por la seguridad y diversos factores.

Ahora, radicarme, no lo sé. Pero si voy a quedarme un tiempo más. Es un lugar perfecto.


En todo este tiempo, ¿te pasó algo que te haya hecho pensar en volverte?

Mmm… por ahí aparece la idea de volver, es como que siempre está dando vueltas. Pero ¿seriamente? No. Es más, ni idea cuanto sale el ticket del aéreo y sé que hay vuelos de repatriación.

Tengo un desarraigo que me permite mantenerme estable y eso no significa que mis afectos no me importen ya que siempre tengo contacto virtual con mi familia, amigos y gente que yo quiero.

Lo tomo como una oportunidad que me dio la vida, por eso pienso en quedarme un poco más y seguir conociendo la cultura.

Si un taficeño está pensando en buscar su futuro, ¿le recomendás NZ?

Si, sin dudas. Me parece un país maravilloso. Que vengan, vean y conozcan otra cultura y forma de pensar, de ver la vida. Algo que no es mejor ni peor.

Yo soy taficeño de corazón y no lo comparo. Sólo digo que esto es diferente y está bueno tener apertura mental y ser lo suficientemente curiosos para apreciar algo distinto y entenderlo así. ¿Cómo medís subir a la Nina y venir aquí para estar en una playa paradisíaca? No lo podés comparar, porque energéticamente te transmiten cosas distintas. Emocionalmente, por todo lo que Tafí nos dio, pasamos por la Fray y te saltan lágrimas de acordarte que jugabas ahí.

Pero Nueva Zelanda es realmente un país muy interesante.


Un "after office" con amigos, un fueguito en la playa

En NZ, ¿cómo ven al argentino?

Acá te ven tomar mate y te dicen “argentino”. Pero matean los uruguayos, europeos, brasileros. El mate es furor, no sé qué pasa jaja. Una señora, en la playa, se acercó y me dijo que admira nuestra cultura en la que somos felices con poco. Porque ves pasar yates increíbles y autos tremendos, hay mucha guita. Y de pronto nosotros nos preocupamos porque el mate esté bien cebado, que la yerba no se lave jaja. Así nos ven, felices y cálidos. Saben que no la tenemos fácil, sin embargo, nos levantamos y seguimos adelante.

Nos asocian con Messi, con Maradona y también, lógico, con Los Pumas. En ese sentido están sorprendidos con el crecimiento de nuestro rugby y que hace poco le ganaran a los All Blacks.

¿Qué mensaje le darías a tu familia?

Sólo agradecerles profundamente por el apoyo hacia lo que siento y quiero. Me inculcaron que no me deje llevar por factores externos y siempre escuche mi corazón. Miro atrás y no tengo pendientes, puedo irme tranquilo si me toca. No me faltó nada.

Puede parecer muy loco lo que hago y mis decisiones, pero en mi sistema tienen sentido porque lo hago de forma consciente y a un plan propio, no externo. Vivo en paz conmigo mismo, a pesar de hacer cosas que quizás otro vea como incoherentes.

Llegué a NZ asegurando que no trabajaría de Ingeniero. Y muchos me decían que estaba loco, que en mi profesión me llenaría de dinero… y no pasa por ahí. Me surgió un proyecto muy piola que, si no se da, no importa. Iré a Tailandia a meditar… al fin y al cabo, les agradezco el permitirme crecer libre.