Taficeños

TAFÍ VIEJO

“El destino nos puso en un lugar único”
En la segunda entrega del Segmento "Taficeños", Franco La Pena nos cuenta la historia de Rodrigo y Laura, desde Tierra del Fuego

VIERNES 18 DE DICIEMBRE DE 2020 · 15:55 HS

Franco La Pena

De Tafí Viejo a Ushuaia (Tierra del Fuego) hay 3694 kms de distancia. Unir la “Capital Nacional del Limón” con el mismísimo “Fin del Mundo” no fue una decisión sencilla para Rodrigo Rosas (29 años) y Laura Ríos, su pareja. Sin embargo, el querer buscar nuevas experiencias pudo más que cualquier cosa.

“Cuando decidimos venir lo hicimos en Octubre de 2016 y nos pusimos como meta recibirnos en Diciembre de ese año. Y casualmente fue el mismo día, 20 o 21. Soy Licenciado en Seguridad e Higiene Laboral y ella Profesora de Nivel Inicial, profesiones que gracias a Dios estamos desarrollando aquí”, comenta Rodrigo, fanático de Boca y devoto de Juan Román Riquelme. “Siempre viví en Tafí Viejo pero, un día, decidimos con Laura cambiar un poquito nuestro rumbo y salir de lo normal. Principalmente por razones laborales. Ushuaia es lo más lejos que se puede llegar en Argentina y nos vinimos sólo con pasaje de ida, llegando un 21 de Febrero de 2017. Queríamos arrancar y ver si nos gustaba ya que sólo conocíamos por fotos. Alquilamos una habitación por Facebook y aquí estamos. Ya casi 4 años después seguimos eligiendo esta ciudad para vivir”, explica casi de inmediato y a modo de introducción de su mundo, el Mundo de Bobby.

“El apodo viene por Bobby Jackson. Jugaba al básquet y era triplero como él. Quizás tenga algo que ver con el dibujito, pero yo prefiero quedarme con lo otro”, aclara divertido.

¿Qué los motivó a dejar Tafí Viejo?

Una combinación de cosas. Queríamos cambiar el estilo de vida y la comodidad de nuestra casa, tener todo a mano. Salir de la zona de confort y apostar a nuestro crecimiento personal y profesional, logrando cosas propias, además de vivir otras experiencias. 

Viendo el presente, hicimos una buena elección porque caímos en el lugar justo.

¿Porqué al sur? ¿Cómo es la vida ahí?

La decisión fue empezar desde el último punto, el más lejano del país. Y si no se daban las cosas, en un par de meses ir subiendo. Las opciones eran Comodoro Rivadavia (no tanto por la belleza natural, sino por las oportunidades laborales que allí nos ofrecían), Puerto Madryn, Córdoba, BsAs… y volver a Tucumán.

Afortunadamente pudimos arrancar rápido y estamos muy felices que se nos haya dado.

La vida es muy tranquila en relación con Tafí Viejo o San Miguel de Tucumán. Acá es todo muy rutinario y por ahí te tira abajo.

Ushuaia es muy segura. Dejamos la puerta abierta y nadie entra, no existen las rejas. Vos salís del banco y no tenés miedo al robo. Valoramos mucho eso. Es muy limpia y cuidada, importa mucho el medio ambiente.

Y quiero destacar también que desde el primer día nos hemos encontrado con gente muy buena que nos acompañó e impulsó a ser mejores, además de facilitarnos mucho las cosas. Por ejemplo: apenas llegamos, la señora a la que le alquilamos la habitación fue a buscarnos y nos invitó a almorzar en su casa. Todo esto sin conocernos previamente. Sólo habíamos conversado por temas del alquiler. Eso nos motivó. Que te reciban de esa forma fue muy lindo.

La gente es grandiosa y ya formamos nuestra familia de amigos y la tucumana. Tenemos una pareja amiga y ella es de Tafí Viejo. La isla es chica y te encontrás con gente tucumana que no pensabas que estaba aquí.

Ushuaia tiene diversas actividades a lo largo del año. Caminata, Escalada, Trekking, Kayak, Bicicleta y muchas alternativas más. También con los deportes de invierno. Es muy completa en ese sentido porque todos tienen algo para hacer.

Ni hablar de sus paisajes, son imponentes. Con todo esto que te menciono, te das cuenta de que vivimos en un lugar único donde el 80% del turismo es internacional.

¿Cuál fue la reacción de tu familia y la familia de tu pareja?

Lo contamos de pasada a nuestros padres y fue todo tan normal como salir de vacaciones. Lógico, hasta el día que nos fuimos (risas). Vinimos con una valija cada uno. Cuando nos fueron a despedir les cayó la ficha a todos y nunca nos imaginamos que pasarían 4 años y estaríamos lejos de casa. La reacción fue la de unas vacaciones. Pero al momento de la despedida aparecieron las preguntas, somos re familieros como todo norteño que ama reunirse con la familia y los amigos. Nosotros los dejamos de un día para el otro. Fue feo y raro. Aquí ya tenemos familia de amigos, pero se extraña mucho esa parte.

A pesar de que se les hace difícil aceptar la lejanía en la que vivimos, siempre nos apoyaron en todo sentido. Nos alentaron y es impagable. Nosotros decidimos y repercute siendo hijos, pero siempre fueron incondicionales. Estamos agradecidos.

¿En qué países estuviste? Y habiendo conocido otros lugares, ¿por qué volvieron a Ushuaia?

No vivimos en otro país. La isla nos permitió conocer a Brasil y el sudeste asiático (Tailandia). Un poco de Estambul (Turquía). Pero fue sólo eso, ir de turista

¿Es fácil arrancar de 0 en un lugar distinto y lejos de los afectos? Con el miedo lógico de lo desconocido.

No es fácil. Ya salir de tu zona de confort y arrancar de 0 donde no conoces nada ni a nadie es feo. Pero la familia fue clave y también la garra que le pusimos. Todo se nos dio muy rápido. Lo relaciono con la actitud que tuvimos y te lo explico. Todos los días planificamos caminatas para conseguir trabajo y el fin de semana para conocer y distendernos. Y el lunes otra vez a full para conseguir lo que buscábamos. Depende de tus ganas y esa cuota de suerte de caer en el lugar y momento indicado. Creo el destino ya estaba armado a ponernos en este lugar y con esta gente en el medio y poder comenzar sin problemas.

¿Qué haces en Ushuaia? ¿Qué diferencias y similitudes hay con Tafí Viejo?

Trabajo 9hs al día en una Planta Industrial, soy Licenciado en Seguridad e Higiene Laboral. Aparte tengo otros trabajos independientes. Me desocupo 15hs y tengo todo el día por delante.

En verano tenemos un clima muy permisivo, así que saco a pasear el perro, agarro el auto y nos vamos a matear en algún lago o Parque Nacional. Me gusta escalar, juego al fútbol.

La ciudad te ofrece infinitas caminatas a lugares mágicos, por eso esperamos ansiosos el finde. Acampamos seguido en arroyos y bosques. Tenemos una vida en permanente contacto con la naturaleza.

La diferencia tiene que ver con la rutina y tranquilidad. La seguridad.

Aquí es re seguro y nunca sufrimos ninguna situación desagradable. Dejas el auto prendido y sigue ahí. Nuestra casa tenía una cerradura que no funcionaba bien, la casa sin llave 8hs y jamás nos robaron.

En Tafí la gente es cálida y afectuosa desde lo simple. Muy bondadosa. Pero aquí cada uno vive en su mundo y ese afecto no existe. Al vecino ni lo conozco. Y si lo veo, no nos saludamos.

¿Qué se extraña?

Extraño todo. La familia. La lejanía de no ver afectos y amigos o recorrer las calles… llega el punto de pensar en soltar todo y volverse. Pero eso lo vamos manejando en cada viajecito que hacemos por aquí. Extraño la familia y el asado del domingo. Mis amigos y el fútbol. El drugstore. Eso tampoco existe.

A veces, cuando me agarra un poco la melancolía de la infancia, me transporto automáticamente a la esquina de San Martín y Santa Fe con los amigos y la gaseosa de por medio. También al Club Juventud Unida jugando al básquet con la muchachada, o la “Española” con su canchita eterna de fútbol. Extraño caminar por la plaza y la heladería.

Extraño la gastronomía. El sánguche de milanesa, la empanada, el panchuque, achilata… es de lo que más hablo cuando cuento cosas de nuestra ciudad y provincia. Pero eso que a nosotros nos gusta, aquí no mueve tanto.

Me tira muchísimo Tafí Viejo y está bueno lo que aquí tenemos. Pero uno piensa en volverse en algún momento, a pesar de tener aquí ciertas cosas. Aunque en menor medida de tus propias raíces.

¿Cada cuánto volves?

Tratamos de volver una vez al año y ver la familia y amigos, recargar energías y poder seguir. A pesar de las ganas, tenemos trabas porque estamos en la punta de Argentina y en una isla donde las cosas son un poco más caras.

Los vuelos son muy costosos y el viaje nos demanda 3 o 4 días por las escalas muy extensas en BsAs. Además, la frecuencia de vuelos no es alta como para ir a otro lado. Entonces, si decido irme un fin de semana largo a Tucumán (o donde sea), pierdo 3 días en vuelo. Por ello es imposible escaparme. Tenemos que dedicarle vacaciones enteras o una semana.

¿Qué cosas de Tafí Viejo le contas a los tus amigos? ¿Conocen algo de aquí?

Principalmente sacamos a relucir la gastronomía. Sánguche, Panchuque, Achilata. Tenemos unos amigos tucumanos con panchuquera y cuando nos juntamos con gente que no es tucumana, la pedimos prestada para agasajarlos.

Hablamos del fútbol y los asados.

Aquí no se ve mucho el drugstore, casi que no existe. No es como sentarte en una mesita en la Avenida y tomarte una gaseosa o cerveza. Podés sentarte, pero adentro de un bar. Y no, no es lo mismo. Hay una diferencia enorme de estar en la vereda sentado y compartir. Me encanta y lo extraño.

En Ushuaia el fútbol 11 no existe. Hay un par de canchas, pero, por las condiciones climáticas, se juega mucho Fútbol 5 o de salón. Les cuento de jugar campeonatos con amigos y el famoso 3° Tiempo.

También les contamos de la heladería. No existe helado más rico que el de Tello, una familia taficeña que se expandió por todo Tucumán (si pones esto, que te tiren unos mangos jaja).

¿Qué cosas te sorprendieron?

Muchísimas. Lo primero es el paisaje ya que estamos rodeados de montañas infinitas. La Cordillera de Los Andes, Glaciares, nieve.

Las estaciones del año se notan muchísimo. En otoño, por ejemplo, el rojo y amarillo, el marrón de las hojas… en verano el verde la montaña, en invierno todo blanco. La naturaleza nos motiva a seguir aquí.

Algo más “normal” es lo vial. La gente es muy respetuosa. No se ve gente cruzando en rojo, o cometiendo errores en el tránsito.

El ushuaiense vive en su burbuja. Si no sos amigo o familiar, no existís. A mi vecino lo conozco de vista, pero nada afectuoso como pasa en Tafí que hasta comés con ellos. Son muy fríos.

Al llegar nos dimos cuenta lo cara que es la vida. Todo se trae de BsAs. El transporte es caro y tenemos que pasar por Chile, luego barcaza para volver al país. En un súper compramos un limón y nos costó $20… y una semana antes, en Tafí, tenía limón en casa. O te la regalan. Ni en pedo lo pagaba. Pero a medida que te vas estabilizando, terminas viéndolo normal.

¿Cómo pasaste el tiempo de Pandemia?

Tuvimos 2 meses sin actividad. Mi pareja es maestra y tuvo clases virtuales.

En mi caso, en la empresa en la cual estoy se respetaron mucho los protocolos y nos permitió trabajar desde casa, lo cual nos gustó mucho porque dejamos de cumplir horarios. Aprovechamos el tiempo libre. 

Lo incómodo fue dejar de hacer las actividades diarias que te contaba. Nos volvimos sedentarios, pero nos reencontramos con afectos gracias a la tecnología.

Salir del calor tucumano al frío extremo del sur. ¿Cómo te adaptaste?

Sabíamos que era frío, pero no la magnitud. Pasamos de lo cálido y húmedo al frío seco que literalmente llega a los huesos. Fue un cambio enorme, pero nos fuimos adaptando. Además, la ropa y el calzado no es igual. A medida que nos fuimos adaptando, comenzamos a comprar lo necesario. Es indispensable tener botines impermeables por la nieve y el agua, ropa térmica y camperas de plumas, mucho polar. Nosotros estamos acostumbrados al buzo de algodón y eso aquí no se usa.

Hoy estamos conformes con el frío, no nos quejamos ni nos molesta. Es cierto que hay veces en las cuales extrañamos el calor, pero si, fue un cambio importante y nos llevó tiempo adaptarnos, aunque no es impedimento ni asusta.

¿Y con la poca luz del día cuando es Invierno?

Es muy raro y loco porque amanece a las 10hs y oscurece a las 17hs. La poca iluminación juega un papel fundamental en las emociones y tu estado de ánimo porque todo se vuelve medio depresivo. Entro a trabajar de noche y salgo de noche… pero ya nos acostumbramos y no molesta.

Todo lo contrario pasa en verano porque a las 04am ya es de día y tenemos luz hasta las 22hs. Fijate la foto que te mando, son las 21:32hs y parece que estamos en plena tarde.

Es hermosa esta época porque literalmente tenemos todo el día para hacer lo que queramos.

¿Es Ushuaia la ciudad donde piensan seguir viviendo y consolidar su relación?

No tenemos armado algo a largo plazo. La idea es quedarnos y seguir disfrutando de la ciudad mientras tengamos trabajo, estemos bien y sepamos que nuestras familias también están bien en Tafí Viejo.

Creo que puede llegar un punto de quiebre y encarar para otro lado, no sé porque nunca lo pensamos. Pero siempre está la idea de volver a Tafí por los amigos y la familia y nuestras costumbres. Fecha no tenemos, pero nos gustaría volver.

¿Se te pegó algún término fueguino? ¿Explicaste el "araka"?

Todavía no porque no suelo juntarme con gente de aquí. Aparte, la mayoría de las personas no son nacidas en el lugar. Si reconozco estar un poco más “aporteñado” pero se mantiene la jerga tucumana y ni hablar del “araka”, palabra que me sale seguido y siempre la meto en cada charla que tenemos con amigos. Damos la explicación del significado y su uso, pero con los ejemplos ya queda claro.

Si algún taficeño tiene pensado buscar su futuro fuera de la ciudad, ¿le aconsejas Ushuaia?

Olvidate. Si, totalmente. Les recomiendo que no se queden con las ganas y vengan. Las posibilidades están para todos y no hay diferencias, sólo depende de la garra que uno le ponga. Pienso que todos tenemos una puerta que siempre se abre sin importar el lugar donde estés y siempre hay que ser pacientes, aunque al principio sea complicado porque después todo se acomoda.

La ciudad te da muchas oportunidades. Y si sos buena gente, no tengas dudas que te va a ir bien.

¿Qué mensaje le darías a tu familia?

A mis viejos, Luis Rosas y Viviana Casado, y mi hermana Fernanda, sólo agradecerles por todo el apoyo que me dieron desde siempre y el formarme como persona y ser un profesional. Me dieron la oportunidad de estudiar, lo básico y mucho más para poder seguir mi vida en soledad. Me criaron así y todos esos recursos trato de aprovecharlos al máximo.

Por eso espero la vuelta a Tafí para reencontrarnos después de 2 años.

No encuentro muchas palabras para expresar lo que me pasa. Y siempre fue así con toda la familia grande (primos, tíos) y la familia de mi pareja.

Ni hablar si tengo que describir el apoyo y amor que sentimos por parte de mis viejos y hermana. El taficeño cuenta con un afecto familiar distinto al resto, siempre está presente. Por ello el cambio nos costó ya que sólo nos veíamos una vez al año. Que ellos pudieran entender eso fue clave, así que siempre tratamos de hacer video llamadas para acortar distancia y no extrañarnos tanto.

¿Y a la banda de El Abono?

Más que banda, es una familia. Somos amigos de jardín, vecinos de la cuadra, ex compañeros de la Secundaria y del Club Juventud Unida. Es una hermosa mezcla y un grupo tremendo. Estoy agradecido a los amigos que tengo porque siempre me apoyaron con su buena onda respecto a mi intención de cambiar de rumbo.

Matías Gelsi, el Capitán, me dijo que la camiseta 3 sigue ahí y que nadie la usó desde que me fui. Ojalá sea así porque me encantaría volver a las canchas y con ese equipo que tanto amo.