Opinión

Niveles de vida de ayer y hoy
Última columna de Agustina Martinez como estudiante de Economía, justo antes de su licenciatura

MIéRCOLES 31 DE AGOSTO DE 2016 · 16:49 HS

Agustina Martínez

La columna de este mes (agosto) es especial para mí: es la última columna en la que firmaré como “Estudiante de economía” para pasar a ser, a fines de mes, “Licenciada en economía”. A raíz de esto, considero que estamos en el momento exacto para contarles sobre mi proyecto final, con el que recibiré mi título. A riesgo de parecerles aburrida por la introducción, les solicito que me acompañen hasta el final: creo que estos resultados nos dan información que todos debiéramos conocer.

Mi tesis comienza allá por los finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Ese período, fue un período muy fructífero para la economía de nuestro país, con una de las tasas de crecimiento del PBI más altas de la historia. Esta etapa fue conocida como “Modelo agroexportador” porque es el primer momento en que Argentina entró al comercio mundial, justamente exportando productos agropecuarios.

El otro gran momento de altas tasas de crecimiento del PBI en nuestro país se dio a principios del siglo XXI, entre los años 2003 y 2009. Nuevamente, estas tasas de crecimiento se explican principalmente por la exportación de productos agropecuarios.

 Tres cosas podemos comentar en este punto. Primero, luego de más de un siglo Argentina sigue comerciando productos agropecuarios… ¿La industrialización y la tecnología para cuándo? Segundo, en ambos momentos las enormes tasas de crecimiento se explican por una suba en los Términos del Intercambio, fenómeno en el que los productos que un país vende al resto del mundo se tornan relativamente más caros que los que el  mismo país compra del resto del mundo. Es decir que nosotros (y nuestro gobierno) no tuvimos mérito alguno, sólo saber usar el aluvión de dinero que a nuestro país entraba. Tercero, ¿Qué  pasó con los niveles de vida en estos períodos? ¿Podemos pensar que el crecimiento económico se traduce en bienestar social directamente o no?

Estas últimas preguntas son las que originan mi trabajo de investigación. En él, utilizo un índice de pobreza para aproximar niveles de vida, teniendo una dimensión distinta respecto de la que puede darme una medida como el PBI. Analizando estos índices a principios del siglo XX y a principios del siglo XXI, encuentro que los patrones geográficos de los niveles de vida aún persisten cien años después. ¿Qué quiere decir esto? Que Argentina estuvo dividida y sigue dividida en tres grandes regiones geográficas-económicas: el norte pobre, el centro de ingresos medios y el sur rico. Y entonces, la pregunta ahora es ¿Cuánto más tiene que esperar este país, que hace meses cumplió 200 años de historia, para ser un país equitativo?