Pienso que a estos días santos, todos lo vivimos con algo de nostalgia. Los tiempos cambian tan aceleradamente, que han ido quedando atrás  algunas de las costumbres vividas por unos y conocidas de aoidas por otros. Yo como ya tengo mis años las voy a recordar y a las que la tradición me comunicó. En los tiempos de antes el Lunes Santo ya se sentía como una dulzura en el alma porque el hogar comenzaba a prepararse para vivir en Fe y en Solemnidad esta sacra semana. Se limpiaban con dedicación los altarsitos hogareños donde se coleccionaban Santos, imagenes de la Virgen y Cristo, de diferentes formas; colores; vestidos de terciopelo y encajes, coronados por las Palmas y olivos del domingo de Ramos. Se recitaban oraciones antiquísimas expresando el dolor por los pecados,   que acompañarían a Jesús en la semana del recuerdo. En los hogares humildes se usaban telas, en los acaudalados rasos, pero todas las imágenes iban cubriendose poco a poco de morado. Se acallaban las voces y los niños partían para la escuela en un clima de orden y seriedad. Es que estos signos, preparados por las rugosas  manos de abuelas y madres ponían el clima de Fe tan necesarios para vivir este gran Misterio. A lo lejos se oía el canto del gallo, las viejas tías comentaban, "la negación  de Pedro" y la " traicion de Judas". Las quintas,  que todos los hogares poseían, repletas de frutas de estación parecían aquietarse....
Durante esta semana completaremos estos recuerdos....