Opinión
MIéRCOLES 08 DE JUNIO DE 2016 · 11:01 HS
El gobierno a seis meses de tomar medidas de sinceramiento económico y financiero antipáticas, afronta una importante tormenta de presión de los sectores políticos, sindicales e institucionales, incluida la Iglesia, por sus reclamos para bajar la inflación y reactivar el aparato productivo, especialmente por los más necesitados de la pirámide social: Los pobres.
A pesar de las enormes dificultades por la tremenda herencia recibida (tierra arrasada por el kirchnerismo), el presidente Macri se mantiene en las encuestas con un 60 % de aceptación positiva. El ciudadano mantiene la confianza y cree en el rumbo. No obstante, y a pesar de los éxitos en levantar el “cepo al dólar” y el “default” vergonzoso de más de 15 años. Y a las más de 100 medidas para ordenar el caos en las cuentas públicas:la inflación y la recesión no le dan tregua. Con las consecuencias que ellas traen aparejadas. En el oficialismo, dicen los resultados se notará en el segundo semestre. Importante presencia de empresarios extranjeros estudiando la posibilidad de invertir en nuestro país. En el sector externo hay prudencia y optimismo. La preocupación hoy es Brasil en las puertas de un caos institucional y económico producto de la enorme corrupción política.
Mientras tanto, Macri no descansa frente a la crisis, sabe que tiene un importante apoyo nacional e internacional y paso a la ofensiva con una ley de blanqueo impositivo, que especialistas ya descuentan como muy positiva.
En simultáneo, lanzó una ley de reparación histórica para los jubilados, el sector más postergado por el kirchnerismo y los gobiernos anteriores. Muy de alto impacto y para seguir con mucha atención. La sociedad está afligida por la justicia y las derivaciones de caso Lazaro Baez testaferro de los Kirchner. Hasta aquí quedo claro que es la “cleptocracia”: el gobierno de los ladrones. Para definir con palabras más precisas a estas alturas: Los 12 años de gobierno de Nestor y Cristina Kirchner y por su extensión y profundidad como el más corrupto de la de la historia de la Argentina democrática. Recién comienza. Ya se habla que la corrupción alcanza también a las provincias y a los gobernadores y funcionarios que acompañaron con impunidad el saqueo al estado.