Opinión

Trump sacudió a los políticos.
Tremendo fracaso de encuestadoras y pronósticos de grandes diarios de EE.UU. Se impuso la INDIGNACIÓN. Los políticos argentinos y del mundo buscan respuestas. Cuestionado el Nuevo Orden Mundial y la globalización. Vientos de cambio.

LUNES 14 DE NOVIEMBRE DE 2016 · 22:32 HS

Luis Tale

Esto recién empieza. Es como una piedra que cae en un estanque de agua y forma anillos circulares que se expanden con el tiempo. El Mundo acaba de despertar de golpe, de algo que venia germinando hace años, la vieja escuela política y el mesianismo económico del capitalismo salvaje hoy son los responsables del caos actual.

Trump un recién llegado a la política . Aprovecho, a su modo, hombre curtido del espectáculo y del marketing del show al mejor estilo “yankee”. Husmeo con acierto la bronca contenida hace años de  la clase media y trabajadora de su país. Y acertó.

El coro que criticaron con dureza y frustración al candidato republicano Donald Trump, es interminable. Desde deportistas, actores de cine, profesionales de todos los sectores sociales, políticos y los editoriales de los principales diarios norteamericanos.

Muestran el impacto de su tono desagradable durante la campaña electoral y por todos su comentarios que han sido xenófobos, homofóbicos, racistas y misóginos. Entre otros risueños como cabeza hueca, peronista y monstruo.

Fue una rebelión de la clase media enojada con el establishement económico y político, que las margino estos últimos años del bienestar y la esperanza en el futuro.

Es el  precio que Estados Unidos tuvo que pagar,  para que 500 millones de chinos salieran de la pobreza y multiplicaran sus ingresos. Fue empeorar el nivel de vida de 50 millones de sus habitantes, que se concentran en los estados industriales del centro del país y que votaron ahora mayoritariamente por Trump.

Clinton no fue una buena candidata, el triunfo de Trump es el síntoma de una mutación más profunda, que anuncia una nueva época de la historia mundial.

Sin agotar el tema, podría argumentarse que al menos tres factores convergen en este cambio, cuya rostro trágico es la desigualdad. Ellos son: la desnaturalización del sistema democrático, la globalización económica y el efecto de la revolución tecnológica sobre el empleo.El balance de la globalización arroja más pérdidas que ganancias, considerando los ingresos de las familias, que en buena medida explican las razones del voto. La globalización está impulsando la inequidad no tanto entre las naciones, sino entre los trabajadores al interior de ellas, con incidencia particular en los países ricos como Estados Unidos y Gran Bretaña. La revolución tecnológica es la frutilla del postre. A principios de este año, un informe del World Economic Forum (WEF) estimó que debido a los avances en la genética, la digitalización, la inteligencia artificial y la impresión en 3D, se perderán a corto plazo 5 millones de puestos de trabajo. Este proceso, al que el WEF llama "cuarta revolución industrial”.

Tal vez no haya que dramatizar. La burocracia norteamericana racionalizará los excesos de Trump, sin reparar en si se expresa a sí mismo o representa al hombre actual.