Política
LUNES 05 DE MAYO DE 2025 · 19:56 HS
Antonio Moreno es más que un funcionario público; es un jinete, un hombre de campo que lleva en la sangre la cultura gaucha heredada de su padre, conocido como "Gallareta" Moreno. Su vida ha estado marcada por la conexión con la tierra, los caballos y las tradiciones rurales. Aunque se formó profesionalmente en San Miguel de Tucumán y residió en Yerba Buena, siempre sintió el llamado del campo, lo que lo llevó a regresar a Trancas para criar a sus 7 hijos en el mismo entorno que lo vio crecer.
La cabalgata del 24 de marzo de 2025, que recorrió 75 kilómetros hasta la Casa Histórica de Tucumán, no fue solo un acto conmemorativo, sino una expresión de su compromiso con la historia y la cultura de su pueblo. Moreno, junto a agrupaciones gauchas locales y su hermano el Legislador Roberto Tigre Moreno, revivió el espíritu de sacrificio y valentía que caracterizó a los hombres de la independencia.
Un hecho inédito tanto para Trancas como para todo Tucumán fue la cabalgata que hiciste junto a los gauchos para reivindicar la figura de Bernabé Aráoz. ¿Por que este prócer?
La verdad que fue una linda iniciativa, inédita como vos decís. Veníamos conversando esto desde hace muchos años. Desde la gestión de mi hermano, Roberto Moreno, allá por 2015, tomamos conocimiento, o mejor dicho, profundizamos el conocimiento sobre Bernabé Aráoz gracias al doctor José María Posse, hoy director del Museo Nacional Casa Histórica. Él venía haciendo un trabajo a pulmón, junto a Roberto Vallejo, Víctor Abdala y Don Pancho Moreno, evocando la figura de Bernabé.
Cuando llegamos a la gestión, Robertito observa y advierte ese trabajo. Tuvimos la suerte de encontrarnos con un compañero de la facultad, un colega que compartía la misma inquietud por Bernabé Aráoz, y empezamos a trabajar en eso. Así surge la conmemoración del fusilamiento, o mejor dicho, del paso a la inmortalidad de Bernabé, un hecho histórico que ocurrió en el Templo de la Villa Vieja.
Es una figura clave de nuestra Independencia, pero no muy conocida, ni siquiera por muchos tucumanos, y menos por argentinos de otras provincias.
También tenés una identidad gaucha muy marcada. ¿Sentís que esa raíz influyó en esta iniciativa?
Totalmente. Coincidimos ahí con nuestra identidad gaucha, un sentimiento heredado de nuestro padre, conocido como Gallareta. Yo me crié en este lugar, aunque después me fui a San Miguel a hacer mi carrera universitaria. Me recibí y me quedé a vivir allá por mi trabajo, pero siempre volví los fines de semana. Mis raíces, mis padres, mis hermanos, mi esposa y su familia, todos son de acá.
¿Y cómo fue volver al campo?
Siempre nos tiró. Es una filosofía de vida, la cultura gaucha la llevamos muy adentro. Mi padre fue jinete, mi hermano también, y yo igual. Volver siempre fue un anhelo, y cuando nacieron mis hijos, varones, supe que no podía permitir que fueran sólo citadinos, aunque vivíamos en Yerba Buena, una ciudad pujante. Yo quería que tuvieran la misma crianza que yo. Entonces volvimos con más frecuencia hasta construir nuestra casa. Esa conexión con la naturaleza, con los caballos, nos acercó aún más a la vida del gaucho.
¿Cómo se llegó finalmente a concretar la cabalgata del 24 de marzo?
Empezamos a sumar adeptos, agrupaciones gauchas que también se sintieron identificadas. El doctor Posse nos dijo que teníamos que hacer algo, seguir trabajando en la figura de Bernabé. Yo le propuse hacer algo todos los años. Él preparó un lugar especial en la Casa Histórica y yo le dije: “Vamos a ir con los gauchos cabalgando, rememorando el sacrificio que hicieron ellos”.
¿Cómo fue esa experiencia?
Fue un tramito, 75 kilómetros, pero muy significativo. Con los gauchos revivimos desde adentro lo que significaba moverse de un lugar a otro en esa época. Fue un lindo homenaje. Y ahora se va a repetir todos los años. Vamos a invitar a todos los que quieran vivir esa experiencia de homenajear a Bernabé Aráoz. Siempre va a ser el 24 de marzo o cerca de esa fecha.
¿Cómo fue pensada la cabalgata y cómo fue llegar al Hipódromo y después a la Casa Histórica?
Primero hay que aclarar que los gauchos de Trancas son verdaderamente gauchos. ¿Qué significa eso? Que todavía siguen viviendo del trabajo rural. Es decir, el gaucho es una persona que, si tiene que salir al campo, no importa las inclemencias del clima: llueva, haga frío o calor, igual tiene que salir. Bueno, este grupo que fue, está acostumbrado a hacerlo. La verdad que siempre lo hicimos.
Tengo una experiencia muy linda que tuve la suerte de vivir. Mi papá, muchas veces en nuestra niñez, nos decía: “Yo fui a la Candelaria a caballo”, porque ellos tenían un abastecimiento, carnicería, y antes no era como ahora, que cargás la hacienda en un camión. Era todo con arreo. Era subirse al caballo dos o tres días, llevándola por caminos, por los montes, por las montañas. Yo fui creciendo escuchando esas anécdotas de mi papá. Me decía: “Yo fui por tal lugar, hice esto, lo otro…”, y yo crecía con ese deseo de vivir esas experiencias. Y gracias a Dios las pude hacer.
Por ejemplo, con este mismo grupo de gauchos fuimos a la Candelaria por los cerros, que son casi 60 kilómetros de distancia, con distintos accidentes geográficos: llanuras, montañas. Siempre poniéndole un mensaje, un contenido a esa salida: hacerlo en honor, en homenaje al gaucho. ¿Por qué? Porque vestimos como gauchos y vivimos como gauchos.
Entonces ustedes van a ver que yo vivo prácticamente en el monte, rodeado de caballos, de vacas, de perros, de animales silvestres, de teros, de lechuzas, y tengo a mi familia acá. Porque esa es la otra parte de la cultura gaucha: vas a ver al gaucho, pero siempre va a haber una china al lado y su familia. El gaucho es familiar. El gaucho es una persona muy sufrida, que siempre ha luchado por tener a su familia unida y por vivir de su trabajo. Y muchas veces ha sido olvidado a lo largo de la historia.
Por eso la figura de Martín Fierro: un gaucho rebelde, que mostraba lo sufrido que era el gaucho, pero porque no tuvo buena suerte. Porque cuando había una guerra, ¿a quién mandaban a pelear? Al gaucho. ¿A quién mandaban en primera línea? Al gaucho. Y muchas veces, sin armamento. ¿Quién defendió nuestra Patria? El gaucho.
Entonces, evocar siempre esa figura, vivirla, sentirnos orgullosos, y ahora, en esta modernidad en la que vivimos, no perder esa identidad. Trancas se caracteriza como Tierra Gaucha: hay muchos gauchos y todos sentimos esa filosofía, esa forma de vivir, esa cultura como algo que nos enorgullece bastante. Trabajamos desde el Estado, culturalmente, defendiendo esa hermosa identidad que nos reconoce en el mundo como el gaucho Argentino.
Cada uno con su regionalismo: el gaucho de la Pampa, el del centro del país, el del norte, pero gauchos al fin. Y mostrarnos siempre orgullosos de lo que somos, de nuestra historia, pero también cuidando el presente y preparando el futuro. Así que muy contento y muy orgulloso de ser gaucho.
Esto es porque, por ahí, se ve en Salta mucho énfasis en la figura de Güemes. ¿Creés que en Tucumán en algún momento vamos a tener ese tipo de dedicación con Bernabé Araoz?
Sí, absolutamente, no tengo dudas. Y en ese sentido venimos trabajando. Y cada vez que pasan los días, este anhelo, este deseo y este objetivo de que el coronel mayor Bernabé Araoz —un hombre rural, porque fue un hombre de Monteros, que tenía su campo, su finca, que vivía del trabajo rural— se reconozca como Héroe Nacional.
Tuvo que ponerse al frente de un ejército y defender lo más preciado que puede tener un ser humano: su identidad. Fue quien mentó, organizó y luchó la batalla del 24 de Septiembre. Fue quien luchó la batalla de Salta, el 20 de febrero de 1813. Y fue quien mentó, organizó y convenció para que el Congreso de 1816, la declaración de la independencia en Tucumán, se realizara. Él fue el artífice de todo esto.
Quizás su figura se opaca por la de Belgrano, un prócer indiscutido, por aquella entrega de su bastón de mando a la Virgen de la Merced. Pero la figura importante, quien tomó la decisión de no seguir retrocediendo a Córdoba —como era la orden del gobierno central, dejando a merced, Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago del Estero de los realistas— fue él. En Tucumán hubo un hombre que dijo “No. Acá vamos a presentar batalla y vamos a defender lo nuestro: nuestros bienes, nuestra tierra, nuestro lugar”. Y por suerte, y por esa divinidad de la Virgen de la Merced, Belgrano desobedeció la orden del gobierno central y dio la batalla que cambió la suerte de la independencia: el 24 de septiembre de 1812. El artífice de todo eso fue Bernabé Araoz.
Por eso, verdaderamente es un héroe nacional. Los argumentos están, aunque no todos los conocen. Por eso, desde el Estado, desde organismos intermedios, desde Fuerzas Vivas, desde la Casa Histórica con el doctor José María Posse —abogado, historiador— con Víctor Abdala, presidente de la agrupación gaucha Bernabé Araoz, con los gauchos de Trancas (que agrupan muchas agrupaciones), con el legislador “El Tigre” Moreno, con la municipalidad de Monteros, con Panchito Serra —como le decimos con cariño al legislador e intendente— mostrar la figura, hacer conocer los argumentos, las razones por las que debería ser declarado Héroe Nacional.
También las otras fuerzas políticas, en el Congreso y en el Senado, están haciendo fuerza para que nuestros diputados y senadores nacionales tucumanos impulsen ese reconocimiento, porque tuvo mucho que ver. El 24 de septiembre de 1812 le debemos a Bernabé Araoz. Y el 20 de febrero de 1813, la batalla de Salta. Esas dos batallas, entre tantas, definieron la suerte de la independencia. Él fue el brazo armado de la independencia.
Por eso la importancia, y por eso, volviendo a la cabalgata: fue unir la historia de Trancas con la historia misma de Tucumán, yendo al corazón de esa historia: la Casa Histórica.
¿Cómo fue ese momento de llegar? Sé que hubo una reunión, firmaron también el libro histórico de la Casa Histórica
Sí, fue muy emocionante. La verdad, en mis hermanos gauchos que hicieron la cabalgata —gente grande— vi lágrimas en sus ojos. Sentí que el corazón me quería salir del pecho, un nudo en la garganta de emoción, porque revivimos todo lo que ocurrió en ese momento: con la vestimenta gaucha, después de un gran sacrificio de hacer 75 kilómetros cabalgando, y llegar a ese lugar donde estuvieron las figuras de la Independencia. Ese salón tan emblemático e importante donde estuvieron nuestros próceres, muchos de los cuales dejaron su vida por una identidad, por un país.
El año pasado, en ese mismo salón se firmó el Pacto de Mayo, con la presencia de nuestro gobernador, del presidente de la Nación, de 18 gobernadores del país. Son los primeros mandatarios. Y que nosotros estemos ahí, con nuestra vestimenta gaucha, defendiendo esta identidad, evocando esas figuras, que los gauchos tranqueños estén ahí, en el mismo lugar donde estuvieron los próceres hace más de 200 años y que firmemos el mismo libro, dejando nuestra rúbrica ahí, fue muy emocionante.
Fue una caricia al alma que nos hizo el doctor José María Posse, valorando la figura del gaucho, valorando ese esfuerzo y sacrificio que hizo el gaucho, mostrando y haciendo conocer el significado de Bernabé Araoz. Y dándonos esa oportunidad para que los gauchos norteños —y puntualmente los de Trancas— podamos pisar el mismo piso que pisaron esos hombres. Hombres que, como nosotros, eran mortales, pero que tuvieron la intervención y el protagonismo para marcar el curso de una historia, para luchar por nuestra Patria, y dejar esas huellas imborrables.
Muy orgulloso, muy emocionante. Y bueno, es algo que hay que vivirlo para saber lo que realmente significa.
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