Cultura
TAFÍ VIEJO
JUEVES 13 DE MARZO DE 2025 · 18:35 HS
San Pedro de Colalao, conocido por su belleza natural y su oferta turística, también es cuna de talentos que mantienen vivas las tradiciones. Uno de ellos es Robertito Nieto, un artesano autodidacta que ha convertido la arcilla en su forma de expresión y sustento. “Realicé unos trabajos en cerámica negra, son hechos íntegramente aquí en nuestro pueblo, no es traído de otras partes y con materiales que tenemos aquí en San Pedro. Bueno es lindo trabajar con amor a lo que uno hace. Yo creo que es primera vez en la historia de mi San Pedro que se puede hacer cerámica negra en cantidad. Ojalá algún día pueda tener mi medio de transporte para poder acercar mis trabajos hasta la plaza ya que mi casa es lejos y cuesta mucho llegar por la distancia. Como todos saben yo estoy en Villa Rita pasaje caminito y bueno ojalá algún día sea escuchado y se pueda mostrar y enseñar al turismo todo el proceso de la cerámica. Pero para eso se necesita ser escuchado por alguna autoridad para que esto tan lindo no se pierda porque en esta vida estamos de paso y este arte tan hermoso tiene qe ser transmitido. Pero mientras tanto, sigo mi lucha incansable contra viento y marea. Dejo mi número para encargues 3815287984” comentó
Desde hace años, Robertito ha perfeccionado su técnica, un camino que inició casi por casualidad mientras ayudaba a sus nietos y sobrinos con trabajos escolares. Con el tiempo, su curiosidad y dedicación lo llevaron a experimentar con materiales como cemento y trapos hasta que, una noche de invierno, moldeó su primera vasija con un pequeño trozo de arcilla que tenía a mano. Lo que empezó como un juego se transformó en un oficio.
"Esa primera vasijita la fui secando al fuego y, sin pensarlo mucho, la puse entre las brasas. Cuando vi que había resistido el calor, entendí que había encontrado algo especial. Desde entonces, no paré", cuenta Robertito.
Al principio, su trabajo era un pasatiempo, hasta que vecinos y turistas comenzaron a interesarse por sus piezas. Fue así como participó en su primera feria artesanal en la Plaza principal de San Pedro, organizada por Ale Massa, un referente en la comunidad antes dedicado al turismo ahora propietario de Radio Libertad 103.1. "Cargaba mi carrito con las vasijas, iba a la feria y volvía contento, porque sabía que mi trabajo tenía valor", recuerda.
El trabajo de Robertito comienza en las montañas, donde recolecta la arcilla a unos siete u ocho kilómetros de su casa. "Es un material muy duro, hay que extraerlo con pico y pala", explica. Luego, sigue un meticuloso proceso de limpieza y decantación, donde separa impurezas como piedras y palos. Una vez lista, la arcilla se deja reposar durante varios días antes de ser moldeada.
La creatividad juega un papel clave en cada pieza. "No sigo un solo modelo. Empiezo con una idea, pero a medida que trabajo, el diseño puede cambiar", comenta. Sus creaciones van desde macetas y adornos hasta piezas utilitarias como cazuelas y pocillos.
Una de las más recientes innovaciones de Robertito es la cerámica negra, un proceso que aprendió con la ayuda del alfarero cafayateño Héctor Cruz. "Venía probando con distintos materiales hasta que di con el caucho. Se necesita mucho cuidado para que el humo no se escape y lograr ese color intenso", detalla.
Cada pieza de cerámica negra pasa por una cocción especial que dura entre 12 y 13 horas. En este proceso, se quema caucho dentro del horno y se sella completamente para que el humo impregne la arcilla, dándole su característico tono oscuro.
A pesar de su esfuerzo y el reconocimiento que ha ganado entre los visitantes, Robertito siente que el apoyo de las autoridades es escaso. "El artesano y el turismo van de la mano, pero no contamos con un espacio adecuado para mostrar nuestro trabajo ni transmitir este conocimiento a las nuevas generaciones", lamenta.
Su sueño es crear un taller donde los turistas puedan conocer el proceso completo de la cerámica y, al mismo tiempo, formar a los más jóvenes en este arte. "En muchos lugares, la artesanía pasa de generación en generación. En mi caso, nadie me enseñó. Esto se despertó en mí de la noche a la mañana y quiero compartirlo", dice con emoción.
Con su talento y perseverancia, Robertito Nieto sigue dejando su huella en San Pedro de Colalao, convirtiendo la arcilla en piezas únicas y manteniendo viva una tradición que merece ser valorada y protegida.
Dato de Color: Tiene una canción compuesta por el artista Fabian Villar que relata su historia. Escuchala: